Existen nuevas regulaciones para las edificaciones en el Valle de México, que tienen el fin de mejorar las medidas de seguridad ante los frecuentes movimientos telúricos en la Ciudad.
¿En qué consiste la regulación?
Un día antes del sismo de septiembre de 2017 se delineó, entre los principales actores de la industria, la nueva forma de regular las edificaciones en la Ciudad de México. El consenso se centró en establecer normas técnicas complementarias para favorecer la seguridad de la construcción, dado que distintos elementos de la regulación pasada obedecían a condiciones y tiempos distintos.
La inclusión de estos nuevos lineamientos se basa en requisitos estrictos, refuerzos horizontales y modificaciones a las normas de concreto, entre otros.
El sismo del año pasado complementó la forma de vigilar las edificaciones, con la normatividad contemplada en la Ley para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de la Ciudad de México.
Así, a las ocho normas vigentes relacionadas con el diseño de las estructuras, se agregaron cuatro, relacionadas con materiales como concreto, acero, mampostería, madera y diseño por sismo, además de una específica en el rubro de cimentaciones.
El objetivo
El objetivo es mitigar la vulnerabilidad de los edificios e incrementar la seguridad en los procesos constructivos, para evitar daños a los elementos estructurales durante sismos; lograr que los inmuebles den servicios prioritarios para la ciudad, sin riesgo, y garantizar la seguridad y patrimonio de los propietarios dentro y fuera de las edificaciones.
La importancia de la Ley consiste en hacer que toda construcción garantice la seguridad de cualquier persona en ella, con una normatividad que lo certifique.