Innovación y tecnología para preservar la salud
Los hospitales son obras que demandan la incorporación de tecnología y sistemas innovadores que hagan factible la preservación de la salud, debido a que son catalogados como espacios de alto riesgo. Por lo tanto, cuestiones como termicidad, acústica, higiene y protección contra el fuego son indispensables en la integración de proyectos arquitectónicos, ya sean clínicas de primera estancia, hospitales de alta especialidad, públicos o privados.
Escuela de Odontología de la Universidad de Costa Rica
Productos: FIBEROCK™, AQUA TOUGH®, USG SHEETROCK™ FIRECODE®, PLAFÓN USG ECLIPSE™ y PLAFÓN USG RADAR™ HIGH NRC
En este sentido, gracias a la disponibilidad de nuevas tecnologías en los materiales de construcción, la arquitectura ha logrado integrar a sus propuestas de edificación, renovación y adecuación de espacios, cambios sustanciales que antes hubieran sido impensables.
Es por eso que actualmente se pueden crear espacios arquitectónicos mucho más versátiles y capaces de ofrecer mayor seguridad, gracias a las fachadas térmicas. Por ejemplo, ahora los edificios pueden tener interiores que retarden el fuego, detengan la propagación del moho, controlen la acústica de los espacios e incluso, que sean mucho más confortables, brindando una temperatura ad hoc para la recuperación de la salud.
Proyecto de renovación del Pacific Center, en Panamá
Así, la tecnología de materiales es el complemento ideal para las propuestas constructivas que buscan la preservación de la salud. Los fabricantes de soluciones para la construcción, hemos integrado esta tecnología para cumplir con la normatividad vigente desde 1993 y a partir de entonces a la fecha, se han creado certificaciones internacionales para mantener un estándar de calidad y seguridad.
La arquitectura especializada en el sector salud reconoce los beneficios de la innovación en los sistemas constructivos. A propósito de lo alcanzado en infraestructura hospitalaria en el marco del Día Mundial de la Salud, Francisco Ortiz Islas, ex presidente de la SMAES (Sociedad Mexicana de Arquitectos Especialistas en Salud), dice que la arquitectura hospitalaria tiene que verse como un gran conjunto: “Por una parte está el paradigma de la prevención de la salud, aunado a los compromisos que México ha adquirido a nivel internacional”.
Hospital Christus Murguerza, Monterrey
México, como miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), asumió compromisos para llegar a una meta específica en el desarrollo de infraestructura hospitalaria, que haga factible el acceso universal a servicios de salud y de calidad a nivel nacional.
Además, México también se adhirió al marco de la Agenda 2030 y al programa que establecieron en conjunto la Organización Mundial de la Salud y ONU Habitat III de ciudades saludables, en el que se detallan trece metas a conseguir.
Hospital General Ignacio Morones Prieto, en San Luis Potosí
Actualmente, 70% de la infraestructura física cuenta con un promedio de vida útil de entre 30 y 40 años, con hospitales, clínicas y unidades de diversos tipos que fueron construidas entre 1960 y 1990. Además de que las adecuaciones de espacios por ampliaciones, remodelaciones, rehabilitaciones son requeridas cada 15 años y cada cinco años se necesita de remodelaciones adicionales para renovación de equipamiento. Para poder llevar este ritmo de cambios se necesitan soluciones que sean rápidas, fáciles de aplicar y costeables.
La tecnología de construcción es un factor determinante en las áreas de oportunidad que enfrenta la infraestructura hospitalaria, ante el costo de construir unidades de salud de acuerdo con los avances tecnológicos, las nuevas enfermedades y la demanda creciente de acceso a los servicios de salud. Francisco Ortiz Islas, expresidente de la SMAES enfatiza que: “Los hospitales tienen que cambiar. Necesitamos materiales que tecnológicamente podamos remodelar rápido y hacer cambios muy rápidos. Me refiero a una semana o dos semanas para poder instrumentar un equipo o área nueva para un tratamiento. Por eso, ahora lo construimos con USG TABLAROCA® o paneles para fachadas y otros materiales, que son una manera más rápida y fácil de construir”.
IMSS en Bahía de Banderas, en Nayarit.
Cada año se suman nuevos habitantes que necesitarán acceso a los servicios hospitalarios; de hecho, se estima que para el 2020 se sumarán 2.7 millones de habitantes y en 2030, habrá 9.3 millones de nuevos habitantes.
Ante este panorama, es claro que la arquitectura hospitalaria requiere nuevas soluciones para la adecuación de espacios, que cumplan con las normatividades de seguridad e higiene del sector, que además sean sustentables y confortables, para contribuir activamente a la preservación de la salud.