En la industria de la construcción la eficiencia es la clave. La construcción modular es un proceso mediante el cual un edificio es construido fuera de su emplazamiento, bajo condiciones de planta muy controladas y diseñando los mismos códigos y estándares que en una construcción convencional, pero en mucho menos tiempo. Los edificios son producidos en “módulos” que, al ser unidos en su emplazamiento final, reflejan a la perfección el diseño y las especificaciones originales.
Estructuralmente, los edificios modulares suelen ser más resistentes que las construcciones tradicionales, porque cada módulo es desarrollado independientemente. Una vez que son unidos y sellados, los módulos se transforman en habitaciones con una pared integrada y un suelo en un conjunto techado.
Una de las ventajas de construir fuera del emplazamiento final, es que se asegura un mejor control de calidad. Los materiales son almacenados de manera segura en los almacenes de los fabricantes, lo que previene daños por humedad u otros factores. Las plantas de construcción suelen tener estrictos programas de seguridad y calidad en todos los pasos del proceso.
Elegir los mejores materiales para realizar el proyecto permite a los constructores modulares producir los mismos componentes de construcción de alta calidad en menos tiempo y a costos reducidos.
El concreto vertido suele ser uno de los mayores perjuicios para el calendario y el presupuesto de un constructor, debido al tiempo que lleva fraguarlo y curarlo. Además, el peso de este material puede provocar costos adicionales de transporte. Sustituir estos materiales tradicionales por productos ligeros y resistentes al fuego, como los paneles estructurales de USG, elimina los problemas de tiempo y costo, brindando los siguientes beneficios adicionales: